Los cambios de temperatura y los peludos
Si nos planteamos tener una mascota en casa, es muy importante tener en cuenta las enfermedades a las que podemos enfrentarnos. En el caso de los perros, una enfermedad parasitaria muy común es la que causan los gusanos, tanto intestinales como oculares, cardíacos o pulmonares.
Saber distinguir los diferentes tipos de gusanos que pueden afectar a los perros es esencial para detectar los síntomas que ocasionan. En el post de hoy te contamos los distintos tipos de parásitos en perros y los posibles síntomas para saber cómo actuar en todo momento.
¿Qué tipos de gusanos tienen los perros?
Los perros pueden infectarse con varios tipos de parásitos intestinales. Entre los más comunes, se encuentran los tricurideos, los áscaris y los ancylostomas, que pertenecen al grupo de los nematodos (gusanos redondos).
Gusanos redondos intestinales: síntomas y tratamientos
Los gusanos redondos, también llamados nematodos en término científico, y lombrices en términos más coloquiales, son frecuentes sobre todo en perros jóvenes, y se clasifican en tres tipos: ascáridos, gancho y látigo.
Así, mientras que el perro adulto infestado puede no presentar ningún síntoma, los cachorros y, sobre todo, los recién nacidos en caso de que la madre estuviera infestada, pueden sufrir problemas graves por falta de absorción y aprovechamiento del alimento debidos a los vómitos y las diarreas.
Otros síntomas de los gusanos redondos intestinales en perros son un pelaje áspero, adelgazamiento, inactividad, hinchazón del abdomen, tos y, a veces, incluso la muerte. Además, estos parásitos también pueden contaminar el entorno y se pueden transmitir a las personas.
Gusanos redondos no intestinales
Nuestro perro también puede sufrir infestaciones por gusanos redondos en otros lugares del cuerpo, como el corazón, los pulmones y los ojos. Muchos de estos parásitos son cada vez más frecuentes y algunos de ellos pueden transmitirse a las personas.
El gusano del corazón se halla no solo en el corazón, sino también en las arterias pulmonares. Se transmite por la picadura de unos mosquitos denominados culicoides que llevan las larvas del parásito en la boca. Causa tos, problemas cardíacos e intolerancia al ejercicio. Sin tratamiento, puede llegar a ser mortal.
El gusano del ojo vive en el ojo del perro y tejidos próximos y se transmite a través de un tipo de mosca, cuando ésta se posa en los ojos del animal para alimentarse de sus secreciones. Causa lagrimeo e irritación ocular, y en los casos más graves puede llegar a provocar úlceras en la córnea.
Tanto el gusano del corazón como el del ojo pueden transmitirse a las personas, es decir, son zoonósicos, y se transmiten a través de mosquitos y de moscas, respectivamente.
En cuanto al gusano del pulmón, entra en el cuerpo del perro tras la ingesta de caracoles o babosas que contengan las larvas del parásito. Del intestino pasará a los pulmones, donde formará nódulos que causarán bronquitis e incluso neumonía a nuestra mascota. Puede ser mortal.